CAPITULO 2

¿ES EL?

Gale vuelve al distrito 12, no me lo puedo creer, hace tiempo que no lo veo, tenia que contarle muchas cosas, le habría contado todo, pero el Capitolio no nos deja tener comunicación a los distritos. Tengo que pensar, ¿que le voy a contar primero?, que tengo un hijo y una hija, que Prim murió  que Finnick casi murió  pero lo salvo Madeleine, que unas bombas nos atacaron,...
- ¿Y cuando llega?- le pregunto a la madre de Gale.
- Pues, no te lo puedo decir con seguridad, pero seguramente hoy a la tarde- me contesta.
- Hoy a la tarde...- le digo- ¿has hablado con el desde la ultima vez que se fue?
- No, no se nada sobre el. ¿Quieres quedarte aquí con nosotros a esperarle Katniss?
- Eemmm... No, no, me voy a buscar a Peeta- me dirijo a la puerta de entrada- pero muchas gracias.
Voy andando hacia la panadería de los padres de Peeta, voy andando por la calle, me cruzo con aquel lugar, aquel lugar donde le dieron latigazos a Gale, recuerdo con aquel día que Gale consiguió una barra de pan y la compartimos en el bosque, cuando yo iba a cazar un ciervo y el apareció gritando y el ciervo se escapo, aquel día cuando me presente voluntaria como tributo y es me dijo que era mejor que los otros, recuerdo todos los momentos que he pasado con el. Llego a la panadería  miro por el escaparate y veo que hay pasteles y tartas que tienen una pinta deliciosa. Entro a la panadería.
- Hola- digo en alto.
De repente aparece la madre de Peeta, aquella mujer que siempre me ha parecido una bruja, una mujer que vive amargada.
- ¿Que quieres?- me pregunta.
- ¿Me puedes dar dos pasteles de los que tienes en el escaparate?- le pregunto.
Ella se dirige hacia el escaparate, veo que me echa una mirada de enfado, de repente siento un escalofrío que se me sube asta la cabeza. Se acerca a mi y me da los pasteles, yo meto la mano en el bolsillo para darle el dinero, pero me doy cuenta que ella me agarra el brazo, la miro.
- Te lo regalo- me dice- te lo mereces, has salvado a mi hijo en los juegos, los dos os queréis y tenéis hijos. Por eso te lo regalo.
Me quedo asombrada, ¿desde cuando hace eso la madre de Peeta?
- No puedo aceptarlo- le digo.
- Por favor.
- Solo por esta vez.
Salgo de la panadería, y me dirijo a casa.
Al llegar, veo que mi madre tiene pacientes, entro y me acerco a ella.
-¿Que ocurre?- le pregunto.
- La gripe- me contesta.
- ¿No debería ocuparse de eso el Capitolio?- le pregunto.
- Ahora no, ahora me ocupo yo, por lo menos de este distrito- me contesta.
- ¿Te han contratado?
- ¡No¡ Lo hago por que yo quiero, el Capitolio siempre suele andar retrasado, y por culpa de eso, suele morir bastante gente. Y no puedo consentir eso.
- ¿Me vas a dar eso a mi también?
- Si.
Veo que esta machacando una hojas, azúcar, agua, y aceite, al machacar eso lo pasa a un baso, y me lo da.
- bebe te lo- me dice.
Lo cojo, lo huelo, no es que huela mal, huele a menta, seguramente esas hojas eran menta. Empiezo a acercar el baso a mis labios, cuando chocan, abro la boca muy despacio, y me lo bebo rápidamente.
- Muy bien- me dice mi madre.
Miro la hora y me doy cuenta que ya son las siete de la tarde, Gale.
- Mama, me tengo que ir.
Salgo de casa, y voy corriendo hacia la casa de Gale, al llegar, veo a un hombre, un hombre con el pelo reluciente, la piel limpia, grande, musculoso. Veo que ese hombre se da la vuelta y, es Gale.
- ¿Katniss?- me pregunta, yo le asiento con la cabeza.
Me acerco corriendo hacia donde el y nos abrazamos.
- Estas preciosa- me dice.
- Y tu bastante mejor que antes- le digo- te veo bien.
- ¿Que tal esta mi familia?- me pregunta.
- ¿ Todavía no has entrado a tu casa?
- No.
- Pues... les he traído comida todos los días  les pregunte haber si querían comida comprada, pero me dijeron que no, que preferían la comida cazada por mi. ¿Por que no entras?
- Katnnis te tengo que decir un cosa.
- Dime.
- En el distrito que he estado he escuchado muchas cosas, y me he enterado, que el Capitolio va hacer otra vez los juegos.
- ¿Los juegos?
- Los Juegos del Hambre.